El colesterol es una sustancia
grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano, necesaria para
el funcionamiento adecuado del organismo. Gran porcentaje del colesterol se
produce en el hígado, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos.
Su función:
- Interviene en la formación de ácidos biliares,
vitales para la digestión de las grasas.
- Los rayos solares lo transforman en vitamina D para
proteger la piel de agentes químicos y evitar la deshidratación.
- A partir de él se forman ciertas hormonas, como las
sexuales y las tiroideas.
Tipos de colesterol:
- La sangre conduce el colesterol desde el intestino
o el hígado hasta los órganos que lo necesitan y lo hace uniéndose a
partículas llamadas lipoproteínas. Existen dos tipos de lipoproteínas:
- De baja densidad (LDL): Se
encargan de transportar nuevo colesterol desde el hígado a todas la células de
nuestro organismo.
- De alta densidad (HDL): Se
encarga de recoger el colesterol no utilizado y lo devuelve al hígado para su
almacenamiento o excreción al exterior a través de la bilis.
Según esta interacción podemos hablar de dos tipos
de colesterol:
- Colesterol malo: el colesterol al unirse a la
partícula LDL se deposita en la pared de las arterias y forma las placas de
ateroma.
- Colesterol bueno: el colesterol al unirse a la
partícula HDL transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que
sea destruido.
Factor de Riesgo
- Si sus niveles en sangre se elevan producen
hipercolesterolemia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol
en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio
que aquellas con cifras de 200.
- Cuando las células son incapaces de absorber todo
el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de
la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento originando la
arterosclerosis.
- Si una persona enferma de ateromatosis mantiene muy bajos
sus niveles de colesterol en sangre puede lograr que ese colesterol pase de la
pared arterial nuevamente a la sangre y allí sea eliminado. Por ello, se
recomienda a los pacientes que han sufrido infarto de miocardio o accidente
cerebral que mantengan cifras muy bajas de colesterol para tratar de mantener
limpia así sus arterias.
Hipercolesterolemia
y dislipemia
La hipercolesterolemia no
presenta síntomas ni signos físicos, así que su diagnóstico sólo puede hacerse
mediante un análisis de sangre que determine los niveles de colesterol y
también de los triglicéridos. Es conveniente que las personas con riesgo de
padecer una dislipemia (alteración de los niveles normales de estas grasas),
que tengan familiares con cardiopatía isquémica y otras enfermedades
cardiovasculares, se sometan a esta prueba desde edades tempranas.
¿Cuáles
son los niveles normales de colesterol y triglicéridos?
Colesterol
total
Normal: menos de 200 mg/dl
Normal-alto: entre 200 y 240 mg/dl. Se considera
hipercolesterolemia a los niveles de colesterol total superiores a 200 mg/dl.
Alto: por encima de 240 mg/dl
Colesterol
LDL
Normal: menos de 100 mg/dl
Normal-alto: de 100 a 160 mg/dl
Alto: por encima de 160 mg/dl
NOTA:
Esta recomendación no significa que la cifra normal de LDL deba encontrarse entre los 100
mg/dl. En algunos casos, el nivel deseable de LDL puede ser incluso menor de 70
mg/dl.
Colesterol
HDL
Normal: superior a 35 mg/dl en el hombre y
40 mg/dl en la mujer
¿Cuáles
son los niveles normales de triglicéridos?
Triglicéridos
Normal: menos de 150 mg/dl
Normal-alto: entre 100 y 500 mg/dl. Se considera
hipertrigliceridemia a los niveles de triglicéridos superiores a 150-200 mg/dl.
Alto: por encima de 500 mg/dl.
Como
bajar el colesterol: tratamiento y prevención:
La hipercolesterolemia se puede prevenir siguiendo
estas recomendaciones:
- Con una alimentación equilibrada y sin grasas
saturadas. La dieta mediterránea es la idónea porque su aporte de grasas
proviene fundamentalmente de los ácidos grasos monoinsaturados y
poliinsaturados presentes en el pescado y los aceites de oliva y de semillas.
También es importante el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas
y frutas.
- Haciendo un programa de ejercicio (caminar, carrera
suave, ciclismo, natación, etc), a intensidad moderada (65-70 por ciento de
frecuencia cardiaca máxima) y desarrollado de manera regular (tres a cinco
sesiones por semana), aumenta el HDL (colesterol bueno) y reduce el LDL
(colesterol malo) y los niveles de triglicéridos.
- Una vez diagnosticada la dislipemia, y si la dieta
y el ejercicio físico no consiguen rebajar los niveles por si solos, el médico
optará por un tratamiento con fármacos. La elección de los fármacos depende de
la anomalía dominante: elevación del LDL (colesterol malo); elevación de los
triglicéridos; o niveles elevados en ambos casos. Algunos de los fármacos para
pacientes con colesterol elevado son:
Estatinas
Resinas de intercambio
Fitosteroles
Fibratos
Ezetimibe
Nunca se deben suspender la dieta ni los fármacos
hasta que el médico lo indique.
Colesterol en los niños
Cada vez son más los casos entre niños o jóvenes
que debido a una incorrecta dieta y al sedentarismo se convierten en serios
candidatos a padecer hipercolesterolemia en el futuro. En líneas generales,
éstas deben ser las cifras de colesterol para niños y adolescentes:
Normal: menos de 170 mg/dl
Normal-alto: entre 170 y 199 mg/dl
Alto: por encima de 200 mg/dl
Colesterol
en la mujer
Durante
el embarazo.
Suele ser normal que la mujer sufra una alteración de los niveles lipídicos en
sangre. Las embarazadas deben controlar su colesterol y extremar el cuidado si
son pacientes con hiperlipidemias.
Durante
la menopausia.
Se producen alteraciones en el patrón lipoprotéico relacionado con el descenso
de los estrógenos: disminuye el HDL (colesterol bueno) y aumentan el colesterol
total y el LDL (colesterol malo). Los médicos recomiendan la terapia hormonal
sustitutoria (estrógenos y progesterona) o la terapia hormonal de estrógenos.
Ambos tratamientos reducen las molestias habituales de la menopausia y
previenen la osteoporosis. Además, en ocasiones, también pueden elevar
ligeramente el HDL (colesterol bueno) y reducen el colesterol total.
Colesterol
y otros factores de riesgo
- Colesterol
y Diabetes. La
diabetes (tipo I y tipo II) puede aumentar las cifras de colesterol. De hecho,
los niveles de colesterol deseables en los diabéticos son más bajos que en una
persona normal.
- Colesterol
y Obesidad. Los
pacientes obesos suelen tener hipertrigliceridemia y un nivel bajo de HDL
(colesterol bueno). Bajar de peso produce un aumento de los niveles de HDL, y se
produce una reducción de los niveles de triglicéridos, por ende habrá una mejor
tolerancia a la glucosa, disminuyendo así los niveles de insulina y ácido
úrico, y también disminución de la presión arterial.
- Colesterol
y Sedentarismo.
El ejercicio es una de las recomendaciones generales para el tratamiento y la
prevención de la hipercolesterolemia. Entre las consecuencias positivas del
ejercicio físico, destaca la mejora de la capacidad pulmonar, del sistema
cardiovascular y de los niveles de colesterol y de presión arterial.
- Colesterol
y Alcohol. El
consumo excesivo de alcohol causa hipertrigliceridemia.
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